Los diseños de infraestructura flexibles y escalables son cruciales para permitir la innovación en IA, siempre y cuando las implementaciones y el uso no sean a expensas de la confiabilidad y la eficiencia.
Las plataformas de computación acelerada y los servicios en la nube están planteando un desafío cada vez más complejo a los sistemas de energía. Estas instalaciones necesitan ofrecer una fiabilidad inquebrantable, soportar una demanda energética creciente y reducir el impacto ambiental. Al mismo tiempo, estas demandas están causando una fuerte presión en las redes eléctricas y están redefiniendo cómo los operadores de centros de datos —tanto los hiperescaladores como las empresas— abordan la gestión energética, convirtiendo la innovación y la responsabilidad ambiental en prioridades críticas para el futuro.
Cargas de trabajo de IA y complejidad energética
La IA emergió rápidamente como una fuerza impulsora detrás de muchas industrias. Pero a pesar de todo su potencial, la IA viene con requisitos energéticos significativos. El entrenamiento de modelos de IA consume una enorme potencia computacional, lo que a menudo conduce a breves ráfagas de demanda energética intensa que llevan los sistemas de energía a sus límites. A diferencia de las cargas de trabajo de TI tradicionales con necesidades de energía constantes, la IA introduce picos impredecibles de alta densidad que exigen que los sistemas sean capaces de adaptarse rápidamente. Por otro lado, las instalaciones mal equipadas para manejar estas rápidas fluctuaciones de carga pueden causar un deterioro acelerado del equipo y posibles tiempos de inactividad.

Figura 1.Los requisitos de energía de las cargas de IA se caracterizan por aumentos bruscos y de corto plazo en la demanda.
Para los operadores de centros de datos, esto es tanto un desafío técnico como un imperativo estratégico de negocio. Mantener el tiempo de actividad mientras se escalan las cargas de trabajo de IA puede marcar la diferencia entre mantenerse competitivo y quedarse atrás. Para enfrentar estos desafíos, los sistemas de energía deben evolucionar para manejar la variabilidad e intensidad de las plataformas de computación impulsadas por IA.
La presión sobre las redes eléctricas
Con el aumento de los requisitos energéticos de los centros de datos, particularmente en regiones donde las instalaciones hiperescala están geográficamente agrupadas, estos se han convertido en actores principales en el ecosistema energético. En primer lugar, las empresas de servicios públicos están luchando por mantenerse al día. La expansión en la capacidad de los centros de datos a menudo se retrasa porque las redes locales simplemente no tienen la infraestructura para suministrar la energía necesaria. En segundo lugar, esta expansión exige que los operadores no solo se centren en la eficiencia energética interna, sino que también desempeñen un papel activo en la estabilidad energética regional.
¿Cómo puede la industria abordar esto? Las soluciones interactivas con la red, como los sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS), ofrecen parte de la respuesta. La incorporación de sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) junto con o incorporados en los componentes UPS permite a los centros de datos almacenar energía durante las horas de baja demanda y liberarla durante los picos de demanda. Esta funcionalidad mitiga la presión sobre la red y simultáneamente crea oportunidades para utilizar la energía almacenada y controles avanzados de gestión energética cuando sea necesario para ayudar a la red a mantener la estabilidad mediante el equilibrio dinámico de la oferta y la demanda de energía
Hacia la eficiencia y la responsabilidad ambiental
El consumo de energía de los centros de datos ha puesto el impacto ambiental en el centro de atención, destacando que las prácticas de las instalaciones deben ser ambientalmente responsables, no una opción. Los operadores están siendo cada vez más escrutados por sus emisiones de Alcance 1 y 2, haciendo crítica la adopción de prácticas que minimicen las huellas de carbono y las pérdidas de energía.

Uno de los avances más prometedores aquí es el cambio de baterías de plomo-ácido reguladas por válvula (VRLA) a la tecnología de iones de litio (Li-ion). En comparación con sus predecesoras, las baterías de Li-ion ofrecen una vida útil más larga, tiempos de recarga más rápidos y una huella física más pequeña. Esto significa menos reemplazos, menos tiempo de inactividad y mayor flexibilidad de instalación. Pero la mayor ventaja de las baterías de Li-ion es que son ideales para integrar fuentes de energía alternativas, sirviendo como puente que transforma las fuentes de energía solar intermitente u otras fuentes en energía de respaldo confiable.
Los sistemas de distribución energéticamente eficientes, como los diseños de barras colectoras abiertas y la distribución de energía en rack de mayor voltaje, son críticos para entregar mayor potencia, minimizar pérdidas y maximizar la eficiencia. Los operadores también están adoptando estrategias más inteligentes, como sistemas de energía modulares, que permiten a las instalaciones expandir incrementalmente la entrega de energía sin interrumpir las operaciones. Estas innovaciones no solo reducen los costos operativos, sino que también se alinean con objetivos ambientales más amplios.
Recomendaciones accionables
Crear una hoja de ruta de alto nivel y navegar estos desafíos en evolución requiere un enfoque visionario:
- Diseñar para la flexibilidad: Los sistemas de energía escalables y modulares permiten el crecimiento de la infraestructura en conjunto con la IA y otras cargas de trabajo de alto rendimiento.
- Integrar soluciones avanzadas de gestión energética: Los sistemas resilientes de gestión de energía eléctrica (EPMS) ofrecen información en tiempo real sobre el uso de energía, permitiendo decisiones más inteligentes que optimizan el rendimiento.
- Colaborar con líderes de la industria: Trabajar con socios experimentados que ofrezcan tanto experiencia en ingeniería como un amplio portafolio de soluciones puede marcar toda la diferencia.
Mirando hacia el futuro
La cadena de energía del centro de datos se está convirtiendo en un foco central para la gestión energética y el desarrollo tecnológico; es la columna vertebral del futuro de la industria. Adaptarse a tendencias como las cargas de trabajo impulsadas por IA, la tensión en la red eléctrica y las crecientes expectativas de responsabilidad ambiental requerirá que los operadores replanteen cada etapa de la cadena de energía, desde la red hasta el chip.
Para aprender más sobre las innovaciones que están dando forma a esta transformación, descargue el libro electrónico 'La Cadena de Energía del Centro de Datos: Gestionando la Energía desde la Red hasta el Chip' y comience a preparar el centro de datos para un futuro más inteligente y eficiente en recursos.
