Durante años, hemos visto un exceso de capacidad y una subutilización en los centros de datos. Hasta hace poco, no era raro que visitara un sitio con una carga de diseño de 10 mega voltiamperios (MVA) que tuviera solo una carga de TI de 2 MVA. Incluso más común era ver la utilización de servidores en menos del 10 por ciento y no solo en ciertas máquinas o racks, sino en los sistemas de TI completos.
Dentro de las comunidades de eficiencia energética y optimización, hemos pasado años tratando de lograr que los clientes tengan el tamaño correcto desde el primer día mediante la implementación de estrategias de crecimiento modular y asegurando que la infraestructura física crítica, como la energía y la refrigeración, coincida al dedillo con la demanda final de la carga informática. Incluso cuando hicimos esto, a menudo los requisitos del equipo de TI se sobreestimaban en gran medida, dejando una brecha entre las expectativas de diseño y la realidad construida.
Con la evolución del centro de datos empresarial tradicional, tener un solo servidor o procesador dedicado a una sola aplicación ya no tiene razón de ser. El paso a plataformas más definidas por software también ha significado un mejor uso de máquinas virtuales y sistemas de estilo cuadrícula. Cuando comencé en IBM, los habríamos llamado grandes ordenadores centrales del sistema.
Una de las principales razones por las que vemos esta falta de utilización es porque los sistemas se han diseñado y construido para satisfacer la mayor necesidad de un cliente, en su día más ocupado, con algo de capacidad adicional incorporada por si acaso. Esos clientes también tienen un sistema redundante, por si acaso. El comercio minorista en línea, por ejemplo, se dimensiona de acuerdo a grandes eventos de ventas, como las ventas del Black Friday, Cyber Monday o Boxing Day. Estos minoristas planifican para la carga máxima, aunque la mayoría de las veces no están operando ni cerca de la misma.
Este escenario de exceso de capacidad/infrautilización también puede compararse con un coche. La mayoría están diseñados para ir a 200 kilómetros por hora (km/h), pero rara vez superan los 120 km/h y pasan la mayor parte de su vida viajando de 0 a 80 km/h. Además, los sitios con buenos niveles de redundancia son como alguien que hace un viaje y que puede elegir entre dos coches.
Los grandes jugadores del centro de datos, los hyperscalers, operan básicamente flotas de camiones con las prestaciones de un superdeportivo. Están definidos por software al 100 %. Ejecutan una plataforma de hardware casi idéntica, una para procesamiento y otra para almacenamiento, en cada centro de datos que poseen. Eso significa decenas de miles de procesadores y dispositivos de almacenamiento conectados a la red que funcionan efectivamente como uno solo. La pérdida de un solo sitio causa solo una pequeña caída en el rendimiento y no una pérdida de servicio.
¿Sabía que cuando realiza una búsqueda en Google, su dispositivo envía esa solicitud a tres centros de datos diferentes ubicados en diferentes geografías? El centro de datos que gana la carrera le ofrece el resultado. Si uno de esos sitios está offline, ¡todavía quedan dos! Las redes que utilizamos para transmitir todos estos datos son muy parecidas, pero con una capacidad aún mayor incorporada desde el primer día.
Es muy caro poner cables en el suelo y bajo el mar. Al planificar nuevas rutas, el proveedor de la red suele planificar con vista a 10 años o más. A medida que la demanda crece con el tiempo, estos proveedores simplemente necesitan “encender” una conexión de fibra sin usar para añadir grandes cantidades de capacidad instantánea.
En esencia, las plataformas de software, los centros de datos que los admiten y las redes que conectan todo están diseñadas para ofrecer niveles muy altos de capacidad con unos niveles de redundancia aún mayores.
Esto significa que cuando hay una demanda repentina y urgente, como las ventas de Black Friday o un nuevo vídeo de Youtube de Ed Sheeran, todo el ecosistema simplemente eleva su cabeza y dice: “Espera, que voy”.
Las demandas sin precedentes que estamos viendo ahora con la migración masiva de profesionales y estudiantes que trabajan desde casa no tienen precedentes, pero tal vez no en términos de capacidad máxima total. A medida que los sistemas de altavoces para Spinal Tap llegaron a 11, la red global de centros de datos solo a nueve. Este nivel de capacidad no es inusual, sin embargo, mantenerlo durante un período de tiempo tan prolongado sí lo es.
En un comunicado de prensa reciente, el director tecnológico de BT declaró que la red británica, aunque muy ocupada, no estaba cerca de su capacidad. Dijo que el tráfico máximo suele ser el domingo por la noche durante unas horas. Ahora, ese pico es constante y está más alto que nunca.
Por supuesto, hay algunos cuellos de botella; la necesidad de ajustar ciertos servicios; y algunas personas en el extremo delgado del borde de las redes verán un bajo rendimiento. Afortunadamente, esto no es indicativo del ecosistema en su conjunto.
La elasticidad de todo el ecosistema es más que capaz de lo que se pide que haga en la actualidad. Sé por experiencia personal que todos están mirando muy de cerca los cuellos de botella y están trabajando para expandirlos rápidamente. La mayor parte de esta expansión que se necesita con urgencia consiste en poner en marcha equipos ya entregados o cambiar el uso de hardware redundante.
Cuando se requiere nueva capacidad, se aprovisiona en cuestión de días. Debido a la evolución antes mencionada de las instalaciones empresariales, hay una gran cantidad de espacio en el centro de datos fácilmente disponible.
Es un momento de mucho trabajo para nosotros aquí en Vertiv, pero puede estar tranquilo. Por lo que estoy viendo, nuestra industria se está poniendo a prueba, pero sacando un sobresaliente.
Suscríbete a nuestro blog para estar al día sobre las últimas tendencias, tecnologías y noticias.
